Más admirable que ninguna es aquella flor que ha florecido entre la oscura soledad de tantas almas que aparecen y se van de esta tierra.
¿Quien entiende la belleza de aquel ser que a mis ojos ha hechizado sin que yo pudiese tratar de oponerme? ¿Quién entiende el éxtasis encerrado en palabras simples? si tan solo pudiese explicar con palabras su ser eterno y siempre exacto...
Y es que ella misma es una palabra in entendible, el es mil palabras a la vez: es decir sangre, rosa, noche, eternidad, luna…
Incauta va por esta tierra llena de vida mientras su esplendor grácil y aéreo es admirado por los seres humanos que le miran embelezados tratando de entender si es o no un humano como ellos. ¿Será acaso un ángel? Se preguntan…sin entender que su belleza no podría nunca provenir de la luz.
Es una flor nocturna, lóbrega, una flor nacida en la profundidad de las penumbras .Tal es su belleza que en ciertas ocasiones aquellos que la miran con curiosidad o simple deseo suelen confundirle con la belleza de los angélicos y otras criaturas celestiales, sin embargo usa zapatos ¿ no pueden ver acaso que toca el suelo? Ella no es un ángel por que no lleva los pies desnudos.
Como una alta cumbre nevada, el perfume del café, el color de los frutos tropicales, la lagrima de una dama, la luz del amanecer, las gotas de rocío o de la lluvia en el pasto,...No, su belleza no puede ser comparada con la de aquellas cosas tan humanas…tan banales…
Su existir no se repite, cambia sin cambiar como la noche, es el fluir del agua del río o de la sangre tibia,la lluvia llorando sin que el oído humano entienda su dolorido lamento, el viento contando una y mil historias llenas de tales pasiones que despiertan la humanidad interior llenando de goce la mente y el cuerpo
No podría nunca concebir el porque de tantas y tantas cosas encerradas en su bello y sacrosanto ser que me embriaga profundamente sin que sea mi voluntad, el es irrepetible y etéreo .El siente sin sentir, vive sin vivir, entiende las cosas sacras que hay en lo común y lo común que hay en las cosas sacras.
¿Que tan lejos se van las cosas? todo se pierde en la noche sin retorno, su beldad eterna y admirada se alejara de mí, al igual que los sentimientos de afecto o desesperación. Hoy si le recuerdo se desvanece más en el silencio para que no sienta de nuevo: para olvidar aquel sentimiento llamado afecto, su sacro ser será a mi mente un recuerdo difuso. Cada vez más lejana de mi realidad circula con su esplendor grácil y aéreo entre tantas vidas y muertes. Algún día pensare, que, al igual que mis sentimientos, fue solo un sueño... un sueño tan delicado y frío…tan sacro que no podía mancillar su pureza…tan sagrado que resulto lastimoso, una deleitable, nocturna, benévola e imperecedera flor nocturna...
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